4 cosas que debes saber sobre los principales contaminantes del aire (parte I)

Si alguien en la calle te preguntara de repente qué sabes sobre los principales contaminantes del aire, ¿qué contestarías?

Es posible que te suenen los nombres de algunos gases contaminantes como los óxidos de nitrógeno o el monóxido de carbono. Pero, ¿serías capaz de explicar qué consecuencias tiene la contaminación del aire sobre tu salud y la de tu familia? ¿Cuáles son los grupos de riesgo y qué precauciones deben adoptar? ¿Qué fuentes de información tienes a tu alcance para conocer de primera mano cómo es la calidad del aire y cómo actuar cuando los niveles de emisiones contaminantes son elevados? En estos dos artículos vamos a intentar aclarar de forma sencilla todas estas dudas.

Los malos más malos de la contaminación del aire

Antes de listar los principales contaminantes del aire, debes saber que estos se dividen en

  • primarios, que son los emitidos de forma directa por fuentes naturales (incendios forestales, volcanes, etc.) o antropogénicas (coches, industria, agricultura, etc.), y
  • secundarios, que son el resultado de una serie de transformaciones que los contaminantes primarios experimentan en la atmósfera.

Mediante la siguiente imagen podrás entender un poco mejor esta diferenciación.

Fuente: Agencia Europea de Medio Ambiente CC BY 2.5 DK (1)

Una vez aclarada esta diferencia, vamos a señalar cuáles son los principales contaminantes atmosféricos, sustancias que puedes monitorizar en tiempo real con los dispositivos de calidad del aire que te ofrecemos desde Arantec.

Óxido de nitrógeno (NOx)

En el grupo de los NOx destacan el dióxido de nitrógeno (NO2) y el óxido nítrico (NO). Las principales fuentes contaminantes son los vehículos a motor, los volcanes y los incendios forestales. Es un contaminante primario, pero cuando se mezcla con el vapor de agua en la atmósfera puede convertirse en ácido nítrico, una sustancia secundaria que da origen a la lluvia ácida. También contribuye a la generación de ozono troposférico.

Monóxido de carbono (CO)

Este gas se genera por combustión incompleta (el humo sin llama podría ser una señal) de combustibles con base de carbono como la gasolina o la madera. También es un contaminante primario, pero una vez liberado, al igual que los NOx, da lugar al ozono troposférico u ozono malo.

Dióxido de azufre (SO2)

El dióxido de azufre se origina al quemar combustibles orgánicos como el petróleo o el carbón. Al mezclarse con el agua presente en la atmósfera, se transforma en ácido sulfúrico, otra de las sustancias que da pie a la lluvia ácida.

Partículas en suspensión

El material particulado presente en la atmósfera también se conoce como PM10, PM2.5 y PM0.1 . En este denominación, el número hace referencia al tamaño de la partícula en micras. Cuando más pequeño sea el valor, mayor puede ser su toxicidad, ya que un diámetro reducido hace que puedan ser incluso absorbidas por el sistema circulatorio una vez inhaladas.  Ejemplos de partículas en suspensión son el polen, la ceniza, el polvo e, incluso, las sustancias resultantes del desgaste de los neumáticos de los coches.

En la siguiente imagen se puede apreciar la relación de tamaño de las diferentes partículas.

Fuente: United States Environmental Protection Agency (US EPA). Imagen traducida (2)

Ozono (O3)

El ozono es uno de los contaminantes secundarios por excelencia y que se forma por la reacción fotoquímica que se produce entre el NOx, el CO y otros compuestos en presencia de la luz solar. Este gas, como posiblemente ya sabrás, es fundamental porque nos protege de los rayos ultravioleta del sol.

Pero tiene también una cara oculta: cuando permanece cerca de la superficie terrestre (hasta una altura de unos 10 km, en la denominada troposfera), ocasiona la aparición del smog, un tipo de niebla característico de las ciudades y que se aprecia desde la distancia por su color marrón.

Consecuencias de la contaminación del aire: cuando respirar es una odisea

En algunos países como China es habitual consultar cómo es la calidad del aire antes de salir a la calle o antes de abrir la ventana para ventilar la casa. La razón no es otra que las consecuencias que tiene la contaminación del aire sobre la salud y que organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) (2) no se cansa de recordar.

El grado de afección de la contaminación atmosférica varía dependiendo del estado de salud previo, la concentración o el tiempo de exposición, por citar algunos factores clave. No obstante y de forma habitual, se suelen diferenciar una serie de grupos de riesgo o personas con mayor vulnerabilidad para los que es necesario extremar las precauciones cuando se habla de contaminación del aire y salud:

  • Población infantil
  • Personas mayores
  • Personas enfermas
  • Mujeres embarazadas

En cuanto a cómo afecta la contaminación atmosférica a tu salud y la de los tuyos y teniendo en cuenta los condicionantes anteriores, los principales efectos se concretan en:

Contaminante Principales efectos sobre la salud con niveles de exposición muy altos
NO2, SO2 y O3 Irritación de las vías respiratorias, pudiendo provocar tos y silbidos al respirar. Los síntomas aumentan en personas que padecen enfermedades pulmonares
Partículas en suspensión Las partículas de menor tamaño pueden penetrar hasta lo más profundo del sistema respiratorio. Dependiendo de su naturaleza, pueden generar diferentes efectos (pueden actuar como una especie de caballo de Troya, en resumen). En personas vulnerables, pueden causar inflamación y agravamiento de enfermedades cardíacas y pulmonares
CO Reduce la cantidad de oxígeno que transporta la sangre, lo que puede representar un serio riesgo para personas que padecen enfermedades cardíacas
Fuentes consultadas: Department for Environment, Food & Rural Affairs – DEFRA (3) / Balali-Mood et al., 2016

Un consejo: no te pierdas la segunda parte de este artículo. Te explicaremos qué puedes hacer para reducir los efectos de la contaminación y dónde consultar la información sobre calidad del aire.

Fuentes consultadas:

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