En el mundo actual, la escasez de agua es un desafío crítico que enfrentamos en muchas regiones. El Govern, sin ir más lejos, se ha visto obligado a decretar la alerta máxima por sequía en 24 municipios catalanes.
Sin embargo, no podemos caer en el error de ver esta situación como un obstáculo insuperable. Al fin y al cabo y se cumplen los pronósticos, vamos a tener que aprender a convivir con este tipo de escenarios. Así que tenemos que ver cómo aprovechar esta circunstancia y poner en práctica soluciones para la sequía que puedan transformar esta crisis en un cambio positivo.
¿Qué papel juega la tecnología en la búsqueda de soluciones para la sequía?
Por ser concisos, uno muy relevante.
No es la primera vez que abordamos sus beneficios. A través de otros artículos ya hemos tenido ocasión de poner en valor soluciones para la sequía y escasez de agua que aprovechan el potencial de la tecnología. Así, por ejemplo, el proyecto para el control del suministro de agua de Les (Val d’Aran) que implementamos hace unos años ha supuesto un clara mejora para este núcleo de población.
Pero hemos decidido volver a tratar el tema por tres razones fundamentales:
- la actual situación, que obliga a adoptar medidas urgentes;
- la aprobación por parte del Govern de Catalunya de una línea de financiación de actuaciones para mejorar las redes de suministro de agua en baja y digitalización de los sistemas que termina el 29 de septiembre, y
- la ampliación hasta noviembre del plazo para conceder subvenciones enmarcadas en el PERTE del agua.
Arantec como facilitador de soluciones tecnológicas para la sequía
Podríamos decir que los sistemas que despliega Arantec contribuyen al comportamiento proactivo frente a la sequía.
Al fin y al cabo, ayudan a fortalecer la resiliencia hídrica, esto es «la capacidad que necesitamos desplegar con máxima urgencia para adaptarnos a esta nueva situación de tensión hídrica», y mejoran la gestión del agua.
En este sentido y aunque podemos diseñar sistemas totalmente personalizados, disponemos de 3 soluciones estandarizadas que son capaces de dar respuesta a multitud de necesidades:
- Smarty Meteo, que permite realizar una monitorización continua y en tiempo real de las variables meteorológicas.
- Smarty River, solución con la que puedes hacer un seguimiento de los caudales de ríos, embalses, etc.
- Smarty Water, sistema orientado a la supervisión de las redes de suministro y saneamiento de zonas urbanas, rurales, emplazamientos de montaña, etc.

Tres ámbitos en los que el despliegue de soluciones a la sequía es evidente
El proyecto de Les que mencionábamos antes ejemplifica los beneficios de la tecnología para conservar el agua. Su aplicación en áreas habitadas puede resultar de interés para autoridades locales y comunidades rurales con recursos hídricos limitados (manantiales, red de depósitos, etc.) que precisan saber cuál es la cantidad y el consumo de agua potable para planificar nuevas infraestructuras, reformar las existentes y adaptarse, en definitiva, a la nueva realidad que impone el calentamiento global.
Otro de los ámbitos en los que la tecnología puede ser un punto de inflexión es el sector primario. Las explotaciones agrícolas, ganaderas, piscícolas o las empresas agroindustriales necesitan conocer con detalle cómo es el consumo de agua, las reservas o aspectos tales como la predicción meteorológica.
Y, por supuesto, tampoco podemos olvidarnos de la comunidad científica, que requiere de datos continuos para analizar y modelizar posibles escenarios, y de las organizaciones de conservación ambiental, claves en la educación y concienciación de la sociedad sobre la importancia de la conservación del agua.
Asegurar los recursos hídricos, el objetivo a perseguir
Aunque en el presente artículo te hemos mostrado algunas bondades de la tecnología, no significa que todas las posibles soluciones a la sequía tengan que pasar necesariamente por ella.
Su principal cometido es facilitarnos la gestión de los recursos hídricos, pero hasta las innovaciones más punteras funcionan mejor cuando van acompañadas de una buena dosis de lógica, coherencia y comprensión de los límites físicos que establece el entorno natural.