Tras la huella de la borrasca Gloria: analizando la respuesta de Arantec

Las consecuencias de la borrasca Gloria serán difíciles de olvidar. La inusual violencia que mostró este fenómeno meteorológico extremo asombró a propios y extraños. Pero el efecto más dramático fue, sin duda, el coste humano que dejó a su paso. No en vano, a las cuantiosas pérdidas económicas y el daño emocional, hay que añadir 13 víctimas mortales.

 

Nuestra labor también se puso a prueba durante este episodio de tiempo extremo. Así, las lluvias torrenciales demostraron la utilidad del sistema de alerta de inundación del río Sió, en Lleida.

 

En verdad, preferiríamos no tener que testar nuestros dispositivos en unas condiciones donde reinan la incertidumbre y el caos. Pero el futuro amenaza con convertir la meteorología extrema en algo habitual. Estas pruebas de fuego, por tanto, sirven para mostrar cómo la tecnología puede servir para proteger a la gente.

Diseccionando la borrasca Gloria

Antes de analizar la respuesta de nuestro sistema SmartyRiver en el Sió, vamos a describir las circunstancias que rodearon el fenómeno meteorológico extremo bautizado como Gloria. 
Este evento de clima extremo desató las alarmas en torno al 17 de enero de 2020. A partir de esa fecha, AEMET empezó a emitir avisos rojos y naranjas por fenómenos atmosféricos adversos. Las áreas en las que se esperaba un mayor impacto: Baleares, este de España y gran parte del norte peninsular. 
Como describe AEMET, Gloria fue absorbida durante el 20 de enero por un área de bajas presiones aún mayor. Y este sistema fue el que al fin y a la postre sembró el caos durante los días sucesivos.
La situación se tornó muy complicada entre los días 22 a 25 de enero. Mientras las zonas costeras del Mediterráneo sufrían el embate de espectaculares olas, el interior se cubría con un denso manto de nieve.

Las bajas presiones dejaron de afectar la zona mediterránea a partir del día 26, cuando la masa nubosa se desplazó hacia Italia.

Consecuencias de la borrasca Gloria

Una de las consecuencias más dramáticas de Gloria fueron las 13 muertes señaladas. No obstante, su paso por la costa mediterránea dejó una profunda huella en forma de desperfectos. Diversas infraestructuras de comunicación rodada o ferroviaria, puertos o equipamientos turísticos fueron seriamente dañados. De hecho y solo en concepto de indemnizaciones, el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) estimó de forma inicial un coste de hasta 76 millones de euros.

 

Asimismo y desde el punto de vista del impacto ambiental, los efectos fueron igualmente catastróficos. Áreas naturales como el Delta del Ebro sufrieron las consecuencias de este clima extremo como jamás antes habían experimentado. En varios puntos, las embestidas del mar llegaron a adentrarse hasta 3 kilómetros tierra adentro. El resultado, múltiples explotaciones de mejillones y ostras seriamente dañadas y amplias extensiones de arrozales, anegadas con agua salada.

En este montaje creado a partir de imágenes de los satélites del programa de observación terrestre Copérnico se puede apreciar las amplias extensiones inundadas (mueve el separador de derecha a izquierda para ver el antes y el después).

A estos efectos materiales hay que añadir, del mismo modo, los daños emocionales que origina la meteorología extrema. En general, los datos disponibles y los estudios realizados hasta el momento son limitados. Pero las evidencias que señalan una relación entre exposición a desastres meteorológicos y problemas tales como la depresión o la ansiedad van en aumento (1). La sucesión de fenómenos climatológicos extremos es, además, una situación que amenaza con volverse cada vez más habitual.

El paso de la borrasca Gloria por la cuenca del río Sió

Una vez descrita la génesis y desarrollo de Gloria, vamos a centrarnos en la cuenca del río Sió. Nuestro objetivo, analizar cuál fue el comportamiento del sistema de alerta temprana de inundación que Arantec instaló en 2016.

 

Principales características de la cuenca del río Sió

 

La cuenca del río Sió, localizada al NE de la ciudad de Lleida, drena las comarcas de La Segarra y Urgell. El curso del Sió, que nace en Gàver, recorre unos 77 km antes de desembocar en el río Segre. En su recorrido, atraviesa un área donde predomina la agricultura de secano (cereal, olivo y almendro). La siguiente imagen, obtenida partir de Google Earth, muestra el perfil aproximado de elevación del río entre Agramunt (km 0, ± 330 m.s.n.m.) y Gàver (km 32, ± 580 m.s.n.m.).

En cuanto al clima y tal y como recoge el Plan Especial de Emergencias por Inundaciones de Cataluña (INUNCAT), esta zona de la provincia de Lledia se enmarca en un clima continental. Esta tipología climática se caracteriza por:

  • precipitación media anual de entre 350 y 850 mm
  • régimen pluviométrico estacional con un máximo en otoño y primavera y un mínimo en verano
  • temperatura media anual de entre 12 y 15 ºC, y
  • amplitud anual media de la temparatura (diferencia entre mes más cálido y más frío) de entre 17 y 20 ºC
 

Sistema de alerta tremprana de inundación del río Sió

Las crecidas del río Sió han originado diversos problemas y daños en las zonas habitadas que jalonan el cauce. Sin ir más lejos, las graves inundaciones que este curso de agua ocasionó en Agramunt en 2015 provocaron la muerte de 4 personas.
Esta situación, unida a la ausencia de estaciones de aforo, obligó a las autoridades de la zona a apostar por un sistema de alerta temprana de inundación cuya instalación y mantenimiento fue encomendado a Arantec. El objetivo no era otro que atenuar las consecuencias que el desbordamiento periódico del río originaba en los núcleos urbanos y las infraestructuras del área.
Como comentábamos en el artículo sobre soluciones de alerta previa frente a inundaciones, estos dispositivos no evitan que el río se desborde. Pero ponen sobre aviso a las autoridades y los equipos de emergencia desplegados en la zona. Así, se pueden poner en marcha los protocolos de emergencia establecidos frente a riesgos por avenidas fluviales.
La solución diseñada para el río Sió que permite informar sobre fenómenos meteorológicos extremos consta del siguiente equipamiento:
  • Gáver, una estación que registra precipitación, temperatura y humedad,
  • Tarroja de Segarra, un sistema que mide el nivel de la lámina de agua, temperatura, precipitación y humedad,
  • Castellnou d’Osso, una estación que monitoriza el nivel del río, humedad, precipitación y temperatura.
 
Las distintas variables son medidas cada 15 minutos y enviadas a la plataforma del sistema vía 3G. En esta área de supervisión, cuya interfaz es accesible para los usuarios del sistema, se pueden visualizar los datos. Desde aquí y en función de los registros y dependiendo de los niveles de alerta personalizables, el sistema emite los avisos. Las comunicaciones de alerta se pueden recibir vía correo electrónico, SMS o llamada telefónica.
 
 

23 y 24 de enero de 2020, 24 horas de alerta máxima

Los efectos de la borrasca Gloria empezaron a dejarse notar en la cuenca del río Sió los días 21 y 22 de enero. Hasta esa fecha y desde principios de mes, la lámina de agua había registrado una altura media de unos 65 cm. 
 
El día 22 de enero, la cota máxima alcanzada por el Sió a su paso por Castellnou d’Ossó fue de 197,4 cm, valor que se redujo durante la tarde. Pero las precipitaciones que comenzaron a registrarse tanto en Castellnou como en Gavèr durante la noche del 22 al 23 hicieron que el nivel del agua volviera a subir rápidamente. El máximo se alcanzó a media mañana del 23 de enero, como se aprecia en esta imagen de nuestra plataforma.
 
 
Esta circunstancia se agravó por una incidencia en el sensor de Tarroja de Segarra, que se quedó sin cobertura. Son contratiempos ajenos a la actividad de Arantec. Por tanto, siempre aconsejamos asegurar la transmisión de datos con un sistema de comunicación vía satélite. Es una medida de respaldo cada vez más accesible y que permite la plena operatividad de los dispositivos de alerta aunque se registren incidencias en la red telefónica.
 
No obstante y a pesar de la citada incidencia, el sistema de aviso de inundación siguió emitiendo sus notificaciones gracias a los datos que recopiló el sensor de Castellnou d’Ossó. 
 

La capacidad de resiliencia de este tipo de soluciones es una de las características más destacables. El coste y facilidad de instalación de estos dispositivos permite la instalación y puesta en funcionamiento de múltiples sensores. De esta forma, incidentes como el reseñado no invalidan la operatividad de la solución en su conjunto.

Conclusión

El río Sió se desbordó a su paso por Agramunt el día 23 de enero. Pero a diferencia de las inundaciones de 2015, en esta ocasión no se produjo ninguna víctima mortal. Nuestro sistema lanza alertas y sirve para poner en guardia a los servicios de emergencia y las autoridades. Los datos que recopilan los sensores permiten tomar decisiones como, por ejemplo, activar los protocolos de inundación existentes, avisar a la población para que retire los vehículos o evitar que la gente se acerque a las riberas de los ríos.

 

Pero nuestra solución SmartyRiver nunca va a ser capaz de reducir el caudal en un cauce o frenar la velocidad del agua, una tarea que solo puede abordarse con obras de ingeniería o soluciones basadas en la naturaleza. Lo único que podemos prometerte es que nuestra solución de alerta temprana de inundación te va a dar tiempo extra de maniobra. Y eso, en una situación de peligro, puede convertirse en un tesoro.

 

Fuentes consultadas:

  • (1) Graham, H., White, P., Cotton, J., & McManus, S. (2019). Flood- and weather-damaged homes and mental health: an analysis using England’s Mental Health Survey. International Journal Of Environmental Research And Public Health, 16(18), 3256. https://doi.org/10.3390/ijerph16183256

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