IoT y sensores, dos herramientas que mejoran la gestión de las reservas de la biosfera

Deja un comentario / Por admin / 29 de julio de 2024

Val d’Aran es una de las últimas incorporaciones al listado de reservas de la biosfera del territorio español.


Así que en, cierta forma, estamos de celebración. Al fin y a cabo, este tipo de reconocimientos son un importante reclamo para el turismo.


Ahora bien, para conservar los valores que han propiciado esta declaración es recomendable llevar a cabo una monitorización y supervisión continua.


Y, por si aún no habías caído en ello, desde Arantec proporcionamos soluciones para que esta tarea sea sencilla y efectiva.

¿Qué son las reservas de la biosfera?

Las reservas de la biosfera son espacios reconocidos por la UNESCO en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB), una iniciativa que busca mejorar la relación entre el ser humano y su entorno desde una perspectiva científica.


Las reservas de la biosfera son sitios o, mejor dicho, “laboratorios”, donde se ponen en práctica metodologías que nos permiten entender y manejar los cambios entre los sistemas sociales y ecológicos evitando conflictos y mejorando la gestión de la biodiversidad. Estos espacios ofrecen soluciones locales a problemas globales, exportando buenas prácticas que enriquecen la convivencia entre las personas y su entorno.


Tienen tres funciones principales:

  • Conservar la diversidad biológica y cultural.
  • Fomentar un desarrollo económico sostenible que beneficie tanto a la sociedad como al medio ambiente.
  • Apoyar el desarrollo a través de la investigación, la monitorización, la educación y la formación.


Estas funciones se materializan en las tres zonas que todas las reservas de la biosfera deben diferenciar:

  • Núcleo, áreas protegidas (puede haber varias) que destacan por su sensibilidad y que tienen como misión conservar paisajes, ecosistemas y especies.
  • Amortiguamiento, que rodea a la zona núcleo y permite actividades ecológicas como investigación y educación.
  • Transición, que promueve actividades económicas y humanas sostenibles.



España cuenta con 55 reservas que ocupan el 15 % del país.

Y como comentábamos, Val d’Aran ha sido una de las últimas incorporaciones a este selecto club, destacando por la diversidad de paisajes, la riqueza biológica y la identidad cultural.

Fuente: Conselh Generau d’Aran

¿Qué aportan las tecnologías de monitorización a la gestión de las reservas de la biosfera?

Ahora ya sabemos qué supone esta figura, pero, ¿qué implica su gestión?

Uno de los aspectos más destacados que recogen las directrices técnicas para las reservas de la biosfera dictadas por la UNESCO es, sin duda, el seguimiento y evaluación de estos espacios.


Las reservas de la biosfera, cada 10 años, deben presentar un informe de revisión periódica en el que, como mínimo, se deben contestar las cuestiones que plantea la UNESCO en el formulario oficial.


¿En torno a qué indicadores o variables se debe aportar información? Pues desde información relacionada con los servicios ecosistémicos o la evolución de los sectores económicos (turismo, ganadería, aprovechamiento forestal, etc.) hasta seguimiento de los programas de investigación desarrollados en el espacio.


No obstante, este formulario no deja de ser una guía y cada sitio puede crear su propio esquema de desempeño, una tarea en la que el empleo de «nuevas tecnologías que faciliten la recolección de datos» (Directrices Técnicas, pág. 103) pueden servir para mejorar el acceso a la información.

La propuesta de Arantec para recopilar datos en las reservas de la biosfera

En Arantec llevamos años proporcionando soluciones de monitorización relacionadas con el entorno natural.


Así que teniendo en cuenta la información a recopilar para las evaluaciones periódicas, proponemos algunas tecnologías de monitorización remota en reservas de la biosfera tales como:


  • Supervisión del nivel de ocupación de las zonas de aparcamiento, una solución desplegada con éxito en espacios naturales como La Fuentona (Soria)
  • Vigilancia del riesgo de incendios con el despliegue de redes de sensores, una aplicación objeto de estudio en el proyecto SenForFire.
  • Conteo de visitantes y cicloturistas, como ya estamos haciendo en algunas zonas del propio Val d’Aran, para analizar flujos y, en caso necesario, habilitar medidas que minimicen las aglomeraciones y reduzcan la experiencia del visitante.
  • Monitorización meteorológica, que en el caso de zonas como Val d’Aran adquiere una especial importancia debido a su accidentada orografía y la cambiante meteorología propia de las zonas de montaña.
  • Sistemas de alerta temprana de riesgos naturales, similares a los que estamos poniendo a prueba en el marco del proyecto The HuT Nexus.

En resumen

Las tecnologías inalámbricas que ofrece Arantec facilitan la detección temprana de problemas ambientales o peligros naturales que pueden poner en riesgo a los visitantes.


Pero estos avances también optimizan el uso de recursos y mejoran la eficiencia en la implementación de medidas de conservación.


Tenemos la oportunidad, por tanto, de crear reservas de la biosfera inteligentes, de convertir estos espacios en refugios para la biodiversidad y modelos de desarrollo sostenible que se puedan exportar.



Con recursos, experiencia y conocimiento a nuestro favor, solo nos queda tomar la decisión y empezar a transformar el futuro.