Imagina la situación: una excursión largamente planeada, una oportunidad inmejorable para “cargar las pilas” en un paraje de ensueño… Pero cuando llegas a tu destino… sorpresa! El aforo de aparcamiento está completo y no tienes dónde estacionar tu vehículo. ¿Resultado? En el mejor de los casos, perder un valioso tiempo al volante mientras esperas a que se libre una plaza. En el peor, tener que regresar o arriesgarte a una multa por dejar el coche mal aparcado.
Aunque esta situación puede parecer excepcional, es bastante habitual en algunos espacios naturales. De hecho, el problema se ha agravado en muchas zonas durante el pasado verano, fruto, posiblemente, de las ansias de aire libre después del confinamiento motivado por la crisis del coronavirus. Y, por esta razón, los controles de aforo de aparcamiento también pueden ser una herramienta útil para los espacios al aire libre.
Recopilando datos en espacios naturales
El término big data guarda una mayor relación con el ámbito de la ciudad inteligente o la industria 4.0. Pero la explotación de los datos que proporcionan los visitantes de una zona natural es fundamental para su gestión. Así, cuando esta información no está disponible, los administradores de estos enclaves pueden encontrarse con 4 grandes tipos de problemas (1 y 2):
- Una gestión basada en la intuición personal que puede estar influenciada por presiones externas.
- Ausencia de una base sistemática para la asignación de recursos.
- Inexistencia de un punto de referencia que permita supervisar la eficacia de la gestión y la revisión de la planificación.
- Desconocimiento sobre las preferencias de los visitantes, sus valores y comportamiento.
Así pues, estos datos se pueden usar para planificar, asignar recursos, presentar informes o llevar a cabo acciones de marketing.
¿Qué actividades, entornos o puntos se pueden monitorizar? Su identificación dependerá del uso que se quiera dar a los datos. No obstante, en los siguientes epígrafes te ofrecemos algunas posibilidades.
Control de aforo de aparcamiento, una forma sencilla de mejorar la experiencia de los visitantes
Como decíamos en la introducción, llegar a un espacio natural y comprobar que no hay plazas de aparcamiento libres genera una impresión negativa sobre los excursionistas.
Algunos parques nacionales con gran densidad de visitas han optado por avanzadas soluciones. Un ejemplo claro es el entorno de Milford Sound, en Nueva Zelanda. Con el objeto de gestionar el millón de visitantes anuales que tiene, implementó un sistema de monitorización de aparcamientos propio de una smart city. Este tipo de inversiones, sin embargo, no siempre son justificables. Al fin y al cabo, muchos espacios naturales se caracterizan por una clara estacionalidad en su uso y disfrute que hace estos proyectos inviables.
Para estos casos, un conteo de vehículos que permita calcular el aforo de aparcamiento puede ser una alternativa. El uso de lazos inductivos o sensores piezoeléctricos en los accesos es una solución que viene usándose desde hace tiempo para recopilar datos con fines estadísticos. Pero esta información no se suele mostrar en tiempo real a los usuarios de estos espacios al aire libre.
Así y con el objeto de dar respuesta tanto a la necesidad de ofrecer información útil al público como datos que contribuyan a mejorar la gestión de los enclaves naturales, en Arantec estamos colaborando con el Conselh Generau d’Aran en un proyecto piloto de aforo en los aparcamientos.
La iniciativa se basa en la instalación de aforadores de tráfico en las entradas a zonas con gran afluencia turística. De este modo, se muestra en tiempo real si el aparcamiento está completo o no. La solución recopila, al mismo tiempo, datos relativos a las horas y días de mayor tráfico. Y esta información, por ejemplo, permite a la administración gestionar sus recursos de forma más eficiente.
Conteo de personas, estableciendo medidas para no exceder la capacidad de carga de un espacio natural
La masificación es un problema experimentado por muchas áreas naturales. Es una situación que conlleva diversos impactos sobre el medio natural. La influencia indirecta de los visitantes, por ejemplo, puede afectar a la biología de algunas especies. De igual manera, una conducta poco respetuosa se puede materializar en un incremento en los residuos mal depositados. Un espacio de uso público con gran afluencia de visitantes puede generar, además, una mala sensación asociada a una pérdida de calidad ambiental.
En algunos casos, estas aglomeraciones obligan a limitar las visitas diarias o los accesos. Uno de los últimos enclaves que ha optado por esta opción es el Parque Natural de Alt Pirineu, desbordado por la cantidad de visitantes que ha recibido durante el último verano y que ha dejado imágenes tan impactantes como las que se pueden ver en el siguiente vídeo publicado por el periódico La Vanguardia.
El conteo de personas puede ser una medida para controlar el flujo de visitantes. Su principal objetivo, evitar que se exceda la capacidad de acogida o carga del área. Este concepto, clave en la gestión de cualquier espacio natural, hace referencia al número máximo de personas que puede recibir un área natural sin que se produzca un impacto irreversible (3). Así, la implementación de sistemas sensóricos análogos a los descritos para el control de aforo de aparcamiento posibilita “visualizar” en tiempo real la cantidad de personas que transitan por un punto determinado. La recopilación de estos datos permitiría igualmente la creación de modelos predictivos, experiencia que ya se ha probado en varias zonas naturales de Australia (1).
Monitorización de incendios forestales y calidad del aire, dos variables que van de la mano
La implementación de una red de sensores permite establecer un sistema de alerta temprana frente a eventos tales como un fuego. Como ya describimos en el artículo dedicado a interiotnet de las cosas (IoT) e incendios forestales, la tecnología sensórica posibilita monitorizar los factores que incrementan el riesgo de incendio (humedad, temperatura, viento, etc.).
Pero la utilidad de estas tecnologías no queda ahí. La medición de la calidad del aire también es un factor a considerar. Aunque la contaminación atmosférica es un problema asociado a las áreas urbanas, los espacios naturales no son ajenos a esta circunstancia. Un ejemplo claro es el cierre del Parque Nacional de Yosemite (EEUU) a consecuencia de la mala calidad del aire generada por los incendios forestales que arrasaron California en septiembre de 2020.
De igual manera, contaminantes tales como el ozono troposférico u ozono malo que mencionamos en nuestro artículo sobre principales contaminantes del aire pueden tener una incidencia especial en algunos enclaves al aire libre. Al y fin al cabo, es un contaminante secundario que se genera a partir de compuestos que se transportan por la atmósfera y que son arrastrados desde las fuentes de emisión hasta las áreas rurales.
Vigilancia de las condiciones meteorológicas, una opción para incrementar la seguridad de los visitantes
La meteorología es un factor cuya variabilidad adquiere una especial importancia cuando se busca disfrutar de una excursión. No en vano, las zonas al aire libre pueden experimentar cambios de tiempo bruscos que pueden poner en peligro la vida de las personas.
En este sentido, el despliegue de estaciones meteorológicas automáticas colocadas de forma estratégica posibilita obtener datos hiperlocales sobre las condiciones meteorológicas. Esta información, en combinación con datos satelitales o de radar, puede servir para desarrollar modelos de predicción basados en tecnologías nowcasting. Esta opción hace posible obtener pronósticos a muy corto plazo (máximo 6 horas) para una escala local. Este aprovechamiento de los datos puede ser especialmente útil en áreas proclives a inundaciones repentinas, por ejemplo.
Conclusión
Como hemos demostrado a lo largo de este artículo, resulta evidente que la tecnología también tiene cabida en el medio natural.
Confiar en redes de sensores puede contribuir a modernizar la capacidad de gestión de un espacio de uso público. Pero también ayuda a mejorar la experiencia de los usuarios. Y cuando el impulso del turismo sostenible se configura como una herramienta para hacer frente a las crisis socioeconómicas, ofrecer un servicio de calidad tiene que ser una de las primeras premisas.
Fuentes consultadas:
- (1) Wardell, M. J. & Moore, S. A. & Cooperative Research Centre for Sustainable Tourism (2005). Collection, storage and application of visitor use data in protected areas: guiding principles and case studies. Gold Coast, Qld : CRC for Sustainable Tourism. Disponible en https://core.ac.uk/reader/11232507
- (2) Rogowski M. (2020). Monitoring System of tourist traffic (MSTT) for tourists monitoring in mid-mountain national park, SW Poland. Journal of Mountain Science 17(8). doi: 10.1007/s11629-019-5965-y
- (3) López, S. J.; Martín, S.; López, M.; Aguilar, F. (2015) Uso público en espacios naturales. Madrid: Editorial Síntesis (2015). ISBN 978-84-907716-9-3